

La agresividad arriesga la seguridad vial
Conozca los detonantes que llevan a un conductor racional a tener comportamientos impulsivos y peligrosos en la vía.
La conducta del actor vial debería estar asociada a hábitos o estilo de manejo pausado y respetuoso hacia los demás usuarios de la vía y con el cumplimiento irrestricto de la normativa vial.
Sin embargo, hay aquellos que practican una conducción irreverente, trasgresora de la normativa vial y llena de maniobras riesgosas y excesos de velocidad, que van en contra de la seguridad y vulneran los derechos de los otros actores viales.
A esto se le denomina una conducta agresiva en la conducción. Dentro de ella se enmarca principalmente:
Irrespeto a la distancia de seguridad con los otros vehículos, lo que da una sensación de acoso hacia el que precede.
Realizar maniobras de adelantamiento invadiendo la distancia de seguridad del vehículo rebasado y con reducción brusca de la velocidad.
Exceso de velocidad sin importar las circunstancias del tráfico, lo que implica zigzagueo y cambio de carril constante, y sin uso de las direccionales.
Restringir la posibilidad de ser rebasado o impedir el cambio de carril a otros conductores, así como usar carriles exclusivos para transporte público.
Circular a velocidades inadecuadas o bajas por carriles de alta velocidad o de adelantamiento.
Irrespetar los puntos demarcados como paraderos o zonas de carga y, en caso de no estar señalizados, obstaculizar el paso de otros vehículos.
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