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ABC de la compra de vehículos híbridos y eléctricos

Sea cual fuere la razón de compra, recuerde inscribirlo como eximido del pico y placa en la Secretaría de Movilidad de las ciudades por donde vaya a circular para evitar comparendos.

Están de moda y ya ocupan el 15% del mercado automotor colombiano; y aunque cuestan más, los interesados en dar el salto a tecnologías más limpias y, cómo no, a eludir el pico y placa, los disfrutan.

Son los vehículos eléctricos e híbridos que desde el salón del automóvil de Bogotá de 2014 comenzaron a ser comercializados en el país, aunque ya desde antes hubo varios prototipos de prueba entregados en comodato.

Con la narrativa del cuidado del planeta mediante la reducción de emisiones, prácticamente todas las marcas de carros ofrecen al menos un modelo; pero lo que muchos de los incautos y oportunistas desconocen es que los hay de diferentes tipos y tecnologías.

Mild hybrids o híbridos ligeros

Son los más básicos y que menos aportan al medio ambiente. En líneas generales su tecnología se trata de la instalación de una batería adicional que acumula energía para luego ser utilizada en dos momentos: cuando se acelera para arrancar o para adelantar.

Algunas personas los llaman ‘híbridos de mentiras’ por la diferencia tecnológica respecto de los otros híbridos y por su dudoso beneficio ambiental.

El motor de combustión, sea de gas, gasolina o diésel, trabaja común y corriente entregando fuerza y potencia a las ruedas y esmog al medio ambiente. No tienen modo de funcionamiento 100% eléctrico.

Full hybrids o híbridos completos

Aunque los hay de varios tipos, los más comunes son aquellos que se basan en el funcionamiento de dos motores en tándem, es decir, que tanto el motor térmico como el eléctrico trabajan en equipo para mover el vehículo. Además, el de combustión gasta energía adicional para recargar las baterías que alimentan el eléctrico.

También los hay bajo el nombre de híbridos eléctricos con extensor de rango. Son vehículos equipados con un motor eléctrico que aporta el 100% de la fuerza y potencia a las ruedas, pero cuentan con un pequeño motor de gasolina que se dedica a recargar las baterías (con emisiones, necesidad de retanqueo y mantenimiento).

Los híbridos completos tienen funcionamiento 100% eléctrico, pero limitado a unos pocos kilómetros.

Por último, en la cima de la tecnología, están los híbridos conectables (PHEV, o Plug-in Hybrid Electric Vehicles), que combinan ambas tecnologías, solo que estos sí tienen rango de funcionamiento en modo 100% eléctrico de hasta 80 kilómetros.

Los PHEV, si bien cuentan con un modo de regeneración energética cada vez que se suelta el pedal de acelerador, es importante cargar las baterías, sea con un cargador rápido de pared, o sea con un cargador ocasional a cualquier tomacorriente.

Eléctricos

Más allá de que trabajan con uno o varios motores eléctricos y sin emisiones, los vehículos 100% eléctricos entregan una experiencia de manejo diferente y exigen un cambio en el modelo de uso.

La experiencia es diferente porque la aceleración es contundente y al desacelerar se puede seleccionar entre varios modos de regeneración de energía eléctrica para las baterías que, normalmente, se instalan debajo del piso de carro.

Y el cambio de modo de uso se da en términos de que, a diferencia de los de combustión, lo preferible es recargar las baterías de noche y en casa, para arrancar al día siguiente con 100% de carga… y, claro está, exigen la planeación de la ruta, la ubicación de las electrolineras (velocidad de carga y tipo de conector) y la conciencia de los tiempos de recarga.

El pico y placa

Las miles de personas que se benefician de la exención del pico y placa tienen una diligencia frente a las secretarías de Movilidad de las ciudades por donde circulen: el carro híbrido o eléctrico debe ser inscrito como tecnológicamente eximido, y si bien la mayoría de concesionarios hacen el deber, hay unos pocos distraídos que no y hacen incurrir a sus clientes en multas e inmovilización del vehículo.